jueves, 7 de agosto de 2014

El ébola y la brecha sanitaria

Un buen número de medios de comunicación y un porcentaje significativo de usuarios de redes sociales han reaccionado con un alarmismo desproporcionado y totalmente injustificado antes las noticias de la repatriación a España de un enfermo de ébola.

El ébola es una enfermedad muy grave para la que no existe cura. El tratamiento consiste en aislamiento para prevenir el contagio y cuidados paliativos orientados principalmente a evitar la deshidratación y la desnutrición de los enfermos. El ébola se contagia a través de la piel por contacto directo con fluidos o vísceras de personas infectadas. Es una enfermedad contagiosa y contra la que todas las precauciones son pocas. Por otra parte, las comparaciones con la gripe son poco respetuosas con la realidad. La gripe es mil veces más contagiosa que el ébola. Es muy poco probable que se produzca una pandemia de ébola comparable en número de casos a las pandemias anuales de la gripe.


Existe una relación evidente entre la elevada mortandad del ébola y las malas condiciones de los servicios médicos de los países afectados.

La mortandad del ébola en la República Democrática de Congo (antigua Zaire) es del 88%; su gasto anual per capita en sanidad es de 26$. La situación no es mejor en Guinea y Liberia, los otros dos países más afectados por el brote actual. Es imposible luchar contra el ébola con tan pocos recursos.

La lucha contra el ébola debería ser un esfuerzo internacional. Los países que sufren las epidemias no tienen los medios ni para combatir la enfermedad ni para desarrollar tratamientos viables. Los brotes de ébola seguirán siendo un problema recurrente hasta que se alcance un escenario de cooperación internacional orientado a mejorar los medios higiénicos y sanitarios en los países afectados.